Desde que el 23 de junio ganase
la opción favorable al Brexit la libra ha perdido un 17%. Como consecuencia ha
supuesto la pérdida de valor adquisitivo para los británicos con un desajuste que
se puede trasladar en encarecimiento de los costes de producción y los precios finales.
La ilustración de este hecho ha venido de la mano de dos cadenas
internacionales como Unilever y Tesco. Entre ambos, productores y
distribuidores, no se ponen de acuerdo en quién y de qué manera debe asumir los
costes del debilitamiento de la libra.
Tal y como informa Financial
Times, Unilever propone subidas de precios para trasladar a los clientes el
coste de los productos importados. Esto vendría motivado por la evolución
negativa de la relación entre el dólar y la libra. Es una política en la que
Unilever no quiere asumir ningún sobrecoste. Graeme Pitkethly, director
financiero de Unilever dijo: "Los aumentos de precios que estamos proponiendo
en el Reino Unido son inferiores a lo necesario para cubrir nuestra propia
rentabilidad".
Por su parte, Tesco propone la
eliminación de este tipo de productos de Unilever de entre los lineales del
supermercado a medida que la disputa avanza. Tesco en su último comunicado
informó a los clientes de lo siguiente: "Actualmente estamos
experimentando problemas de disponibilidad de una serie de productos de
Unilever. Siempre trabajamos para asegurar que los clientes obtengan los
mejores precios posibles y esperamos tener este problema resuelto pronto".
De hecho, hay quien pone encima de la mesa que el gran tamaño de Unilever hace
que Tesco no pueda prescindir de sus productos y se espere una dura
negociación. Por esta última razón otros fabricantes apuntan a que se trate
simplemente de una táctica de Tesco para negociar con Unilever por lo que se
prevé que se resuelva pronto.